Preparativos del Viaje
Planificar un viaje a Japón puede parecer abrumador, pero con un poco de organización, se convierte en una tarea emocionante. Lo primero fue decidir la ruta. Nos centramos en dos ciudades icónicas: Tokio y Kioto. Compramos los vuelos con tres meses de antelación y reservamos el Japan Rail Pass, esencial para moverse en el tren bala (Shinkansen).
El alojamiento lo gestionamos a través de plataformas online, combinando hoteles modernos en Tokio con un ryokan tradicional en Kioto para vivir la experiencia completa.
Explorando Tokio: La Metrópolis Vibrante
Tokio es una ciudad de contrastes fascinantes. Nuestro primer día lo dedicamos a Shibuya, cruzando su famoso paso de peatones y explorando sus tiendas de moda. Al día siguiente, nos sumergimos en la cultura otaku de Akihabara, un paraíso de electrónica, manga y anime.
No podíamos irnos sin visitar el tranquilo Santuario Meiji, un oasis de paz en medio de la bulliciosa ciudad, y el mercado de pescado de Tsukiji (ahora en Toyosu), donde desayunamos el sushi más fresco que hemos probado jamás.
Kioto: Un Viaje al Corazón del Japón Tradicional
Después de la intensidad de Tokio, Kioto nos recibió con su atmósfera serena y tradicional. Pasear por el distrito de Gion al atardecer, con la esperanza de ver una geisha, fue mágico. Visitamos templos impresionantes como Kinkaku-ji (el Pabellón Dorado) y Fushimi Inari-taisha, con sus miles de toriis rojos.
Una de las mejores experiencias fue alquilar bicicletas y recorrer el Bosque de Bambú de Arashiyama temprano en la mañana, evitando las multitudes y disfrutando del sonido del viento entre el bambú.
Conclusión y Consejos Finales
Japón superó todas nuestras expectativas. Es un país donde la modernidad y la tradición conviven en perfecta armonía. Si estás planeando un viaje, mi consejo principal es: déjate llevar. Piérdete por sus calles, prueba comida que no reconozcas y, sobre todo, sé respetuoso con su fascinante cultura.